sábado, 2 de junio de 2018

ALEXIS KORNER, EL PAPÁ DE LOS STONES


Esta nota sobre Alexis Korner, pionero del blues británico, fue publicada originalmente en revista Mavirock, circa 2014. El título de la nota intentaba -obviamente- ser "ganchero", pero si debemos ser justos, Alexis fue mucho más que un impulsor de los Rolling Stones. Gracias a su generosidad y a su influencia catalizadora se gestaron otras bandas capitales de la escena británica, como The Pretty Things y la Graham Bond Organisation (a su vez, uno de los afluentes de Cream y Colosseum) y su inspiración fue el impulso espiritual de grupos como los Bluesbreakers de John Mayall,  The Yardbirds, The Animals, el Spencer Davis Group. En épocas más recientes, Korner apoyó el lanzamiento de Free y hasta grabó con Robert Plant antes de que el cantante llegara a la fama con Led Zeppelin.  Lo que sigue es una semblanza de este personaje carismático y decisivo en una de las grandes movidas de la historia musical contemporánea.




ALEXIS KORNER, EL PAPÁ DE LOS STONES

Cantante, guitarrista, líder de banda, hombre de radio, Alexis Korner fue muchas cosas durante su vida, pero se lo recordará fundamentalmente por haber sido, a través de su banda pionera, Blues Incorporated, el padre del blues británico, además de una influencia decisiva en la formación de los Rolling Stones. 

Puede resultar irónico que el gran pionero de la movida de blues británico, curiosamente, no fue un nativo de Albión, sino un músico nacido en París, por cuyas venas corría sangre austriaca y griega. Alexis Korner nació en la capital francesa el 19 de abril de 1928 y llegó a Inglaterra con sus padres en los primeros meses de la Segunda Guerra Mundial después de atravesar mil peripecias en mares infestados de submarinos alemanes.
La infancia de Alexis no fue sencilla. Aunque provenía de un hogar relativamente acomodado, la comunicación con su padre –que ya tenía 56 años cuando Alexis nació- nunca fue la mejor. Tener rasgos de extranjero en una escuela inglesa durante la Segunda Guerra Mundial no era lo mejor que podía pasarle a uno, y Alexis tuvo un pasaje arduo por la secundaria, hasta que su inscripción en Finchden. Era una institución progresista, dedicada a ayudar a los jóvenes abrumados por las presiones sociales y las expectativas paternas y Alexis progresó a pasos agigantados. Por desgracia, entre 1944 y 1946 fallecieron sus padres y Korner, luego de un par de prórrogas, debió presentarse en el cuartel para cumplir con el servicio militar, que aún estaba en plena vigencia en la Inglaterra de posguerra.
A esta altura, Alexis había descubierto la música de woogie-boogie de artistas como Jimmy Yancey, Albert Ammons y Pete Johnson y había quedado fascinado, atreviéndose –incluso- a chapucear algunos ritmos en el piano de su casa. Su fluído dominio del alemán y su ya importante conocimiento de música ayudaron a que fuese enviado a una base en Hamburgo donde funcionaba la BFN, sigla que designaba a la cadena radial británica que emitía programas para sus fuerzas armadas, y que acababa de inaugurar un programa de música popular, lo que en aquel entonces significaba jazz.
Alexis pronto dominó la técnica de programar música y de conducir programas. Mientras tanto, en sus horas libres, que eran muchas, practicaba en la guitarra. En 1949 tuvo una epifanía: antes de regresar a Londres, luego de su baja, tuvo la oportunidad de presenciar uno de los últimos conciertos de Huddie Leadbetter, mejor conocido como Leadbelly, legendario músico de folk y blues, responsable de canciones como “Cotton fields”, “The Midnight Special” y  “Where did you sleep last night”, entre muchas otras.
La experiencia fue muy fuerte y al pisar suelo inglés, Korner ya tenía claro que la música iba a jugar un papel preponderante en su vida.


                                                 Foto superior: La Chris Barber Band original
                                                 Debajo: el joven Alexis Korner


Del jazz tradicional al skiffle

            La Inglaterra de posguerra experimentaba un revival del jazz de New Orleans, inspirado en la música de gente como Joe “King” Oliver, Louis Armstrong y Lil Hardin, que había tenido su apogeo en los Estados Unidos de los años ’20. Uno de sus practicantes era Chris Barber, quien se hizo amigo de Alexis Korner en 1949 y lo invitó a tocar con su banda. Barber y Korner descubrieron el blues rural del Mississippi casi al mismo tiempo y competían por conseguir los raros discos de pasta de 78 rpm, de bluesmen pioneros, como Robert Johnson y Charlie Patton. En esos días, Alexis conoció a su alma gemela: Roberta “Bobbie” Melville, otra amante de la música como él quien –a diferencia de su familia- no deseaba apartarlo del rumbo que Korner había elegido para su vida, por el contrario, deseaba compartirlo. Alexis y Bobbie se casaron y en Julio de 1952 nació una niña bautizada Sappho. Para mantener a su familia Korner aceptó una serie de trabajos frustrantes en los que duró muy poco, hasta que tuvo su primera experiencia en el negocio de la música cuando fue empleado, brevemente también, en el pequeño sello independiente Melodisc.
            Aunque desilusionado por las eternas polémicas entre los tradicionalistas del jazz y los que preferían los ritmos más osados del bebop, Alexis continuó tocando su guitarra y, por fin, en 1954 realizó sus primeras grabaciones con el trompetista Ken Colyer, quien había comenzado tocando jazz tradicional y con el tiempo había incorporado el skiffle, un estilo de ritmo contagioso destinado a hacer furor en la Inglaterra de mediados de los ’50. En un país todavía cicatrizando sus heridas de guerra, con racionamiento de comida y ahorro de energía y austeridad en la vida diaria, el skiffle se hizo popular porque estaba al alcance de todos: con excepción de la guitarra acústica, el resto de los instrumentos eran caseros: un peine con papel de seda hacía de instrumento de viento; una tabla de lavar la ropa servía como percusión y el contrabajo se imitaba con un palo de escoba, un alambre y una caja de embalar para resonancia. Aunque los instrumentos de la banda de Colyer eran ciertamente más profesionales, sus grabaciones conservaban la frescura del skiffle que se tocaba en las calles, como lo demuestra uno de los primeros registros en los que participó Alexis Korner, el tema “Midnight Special”, asociado estrechamente con Leadbelly y dedicada al tren que unía la ciudad de Houston con el oeste de Estados Unidos, via San Antonio.
En esos días, el cantante Lonnie Donegan grabó otro tema dedicado a un tren con la banda de Barber: “Rock Island Line”. El tema fue un gran hit en ambas márgenes del Atlántico y en Inglaterra, el skiffle se volvió pasión de multitudes.

                                         Korner con la Ken Colyer Band. Alexis es el segundo de la izquierda,                                                    tocando mandolina

Y por fin, el blues

            Alexis Korner, sin embargo, se fue alejando del skiffle, no solo porque el ritmo se volvió un fenómeno pop sino, fundamentalmente, porque a esta altura tenía claro que quería dedicarse de lleno a tocar blues. Pero para ello debía mejorar mucho en la guitarra. Sin pensarlo dos veces, su esposa Bobbie le regaló un nuevo instrumento y le dio a entender que ya no tenía más excusas para dedicarse a su vocación, a no ser por un pequeño problema: tenía que hacer algo más para mantener a su familia. En ese momento intervino la fortuna y en mayo de 1955, Korner ingresó a trabajar en los estudios de radio de la BBC y su primer trabajo fue en el Servicio de Ultramar, un empleo de gran responsabilidad, ya que debía coordinar la labor de los diferentes locutores que transmitian en una multitud de idiomas los programas que iban a todas las ex colonias del Reino. Alexis amó este trabajo y todos los testimonios señalan que era muy bueno haciéndolo. Por otra parte, el ingreso regular de su trabajo en la BBC le permitió seguir tocando la música de sus amores. Fue entonces cuando conoció a otro amante del blues, el cantante, guitarrista y armoniquista Cyril Davies, un hombre fornido y, afirman, de temperamento volátil; un caballero que solía perder la paciencia cuando alguien usaba lenguaje soez delante de una dama. Alexis y Cyril eran muy diferentes en cuanto a personalidad pero los unió la misma pasión por el blues. En 1957 el Alexis Korner Breakdown Group, con Cyril Davies, grabó una serie de temas para el sello 77, siete de las cuales fueron editadas más tarde en un LP de diez pulgadas llamado Blues from the Roundhouse. Cinco meses más tarde Alexis volvió al estudio de grabación, esta vez para registrar una sesión para Tempo, un sello subsidiario de Decca, especializado en jazz, folk y blues. Aunque bajo protesta, Alexis consistió en llamar a la banda acompañante Alexis Korner Skiffle Group.
Ese mismo amor por el blues llevó a Korner y a Davies a fundar Blues Incorporated y a buscar un club donde pudiesen tocar esta música. Por un tiempo consiguieron hacerlo en el London Blues and Barrelhouse Club, en la parte superior de un pub. Era común que algún invitado abriese las sesión de música a eso de las siete y media de la noche y luego tocaban Korner y Davies como dúo, acompañándose con la guitarra de 12 cuerdas de Cyril y la mandolina de Alexis. Uno de los grandes momentos del club fue cuando recibieron la visita de bluesman Big Bill Broonzy, una de las leyendas del blues de Chicago de pre-guerra, quien –iniciando una tradición que se mantendría con varios otros visitantes célebres a los que Korner ayudó a traer a Inglaterra- recibió la hospitalidad del hogar de los Korner y compartió con ellos techo y comidas.

             Blues Incorported circa 1962/3: Dave Stevens en piano, Dick Heckstall-Smith en 
             saxo, Alexis Korner en guitarra, Jack Bruce en contrabajo, Mick Jagger en voz, 
             Cyril Davies en armónica


La fundación del blues británico

            Lo que para Alexis y Cyril era devoción, para la comunidad musical británica era indiferencia: a pesar de los esfuerzos del dúo -y de la buena voluntad de Chris Barber, quien le ofreció a Korner para tocar en los intervalos entre los sets de su banda-  el blues aún no tenía un espacio propio. La solución surgió en 1961 fue un local del barrio de Ealing, enfrente de la estación Ealing Broadway. Hasta entonces habia sido un club de jazz pero Alexis habló con el dueño y acordaron que Korner y Davies podrían tocar blues sin problemas allí. El acuerdo fue que el valor de la entrada iría para los músicos y la barra quedaría para la casa.  Ese fue el nacimiento del Ealing Club y también signó la era de oro de la Blues Incorporated.
            Alexis Korner y Cyril Davies no estaban solos en la apreciación del blues. A esta altura, toda una nueva camada de jóvenes británicos era atraída por esta música, con la que sentían una afinidad no solo artística sino también existencial. Eric Clapton lo sintetizó así: “En mi juventud me sentía de espaldas contra la pared y la única manera de sobrevivir era con dignidad, orgullo y coraje. Esas tres cosas las escuchaba en cierta clase de música, y más que nada en el blues [tradicional], porque era un hombre y su guitarra versus el mundo…”
Cuando se enteraron de la existencia de la Blues Incorporated, estos muchachos empezaron a llegar al Ealing Club, como atraídos por un imán, y no solo de los barrios londinenses, sino de los lugares más remotos de Inglaterra. Fue así como el pequeño local del sudoeste de Londres se convirtió en sitio de reunión de un puñado de músicos  noveles llamados a convertirse en protagonistas fundamentales de la música británica en las siguientes décadas. De esta forma, La Blues Incorporated se convirtió en un ensamble de formación variable que –además de Korner y Davies- incluía a Charlie Watts y Ginger Baker en batería, Jack Bruce y Danny Thompson en contrabajo, Graham Bond en órgano y saxo, Dick Heckstall-Smith en saxos y Long John Baldry en voz, a los cuales se sumaron en ocasiones guitarristas como Brian Jones, Keith Richards y Dick Taylor, y cantantes como Mick Jagger, Paul Jones, Rod Stewart y Eric Burdon.
La clave de la formación variable de la Blues Incorporated era una característica de la personalidad de Alexis Korner que muchos han destacado: tenía un genuino deseo de ver a los jóvenes realizar su potencial musical a pleno. Tanto en el club como en su propia casa, Alexis creó un espacio donde el blues se transformó en un refugio para estos jóvenes a menudo incomprendidos por sus padres, que veían como sus retoños renegaban de una carrera universitaria o un empleo fijo llevados por la pasión de esa música de “mala reputación”. Ese impulso de libertad suprema más de una vez se volvió en contra de los intereses de su propia banda, pero Alexis siguió alentando a sus protegidos a seguir su propio destino musical, y así fue como en 1962, Jagger, Jones, Richards y Watts formaron los Rolling Stones, sumando a Bill Wyman en el bajo y al pianista Ian Stewart, que luego sería relegado a un papel tras bambalinas por el manager Andrew Loog Oldham, por cuestiones de “imagen”. El puesto de bajista le había sido ofrecido a Dick Taylor –amigo de Jagger y Richards- pero Dick dijo que él era guitarrista y prefirió irse para fundar su propia banda, junto al cantante Phil May. El resultado fueron los Pretty Things, otra banda legendaria de la escena inglesa, que aunque no tuvo el nivel de éxito masivo de los Stones, ha sido objeto de culto fanático a través de las décadas y, después de mil peripecias, ha seguido en actividad hasta el presente.
Después de la grabación del álbum Rhythm and Blues From the Marquee en la primavera boreal de 1962, Cyril Davies dejó la Blues Incoporated, disconforme con cierta orientación hacia el jazz que ofendía su espíritu purista. Cyril formó su propia banda, la Cyril Davies All Stars pero por desgracia habría de fallecer poco tiempo después, de un ataque cardíaco.

       Blues incorporated con Alexis de gruesos mostachos, un sonriente Cyril 
                Davies y un muy joven Charlie Watts en batería. Circa 1962/3

                             Jóvenes Stones: Mick Jagger, Brian Jones, Bill Wyman, Keith 
                                 Richards y Charlie Watts en 1963.
                                     
                                  La formación más famosa de la Graham Bond Organisation: 
                                     Bond, Dick Heckstall-Smith, Jack Bruce y Ginger Baker

                   The Pretty Things, circa 1965. En el centro, el cantante Phil May.
                              El guitarrista Dick Taylor es el último de la derecha,



Alexis, el patriarca

            Si el éxodo de Cyril Davies marcó el fin de una era, la deserción de Graham Bond, llevándose consigo la base rítmica de Jack Bruce y Ginger Baker para formar su Organization, golpeó duro a  Korner. No obstante, demostrando una vez más su capacidad innata para resistir la adversidad, Alexis siguió adelante con nuevas formaciones de la Blues Incorporated, que incluyeron, en diferentes momentos al baterista Phil Seamen, el cantante Herbie Goins, el pianista Johnny Parker y los citados Dick Heckstall-Smith y Danny Thompson, entre muchos otros. Aunque el fuerte de la banda fueron principalmente las presentaciones en vivo, hay quedaron testimonios grabados, como los álbumes At the Cavern, Red Hot From Alex y Sky High, además de un puñado de singles, que atestiguan la calidad musical de los ensambles liderados por Korner.
            A todo esto, la escena de blues británico que Alexis contribuyó tanto a gestar explotó en toda Gran Bretaña entre 1963 y 1969, con bandas como los Yardbirds (que tuvieron en rápida sucesión a los guitarristas Eric Clapton, Jeff Beck y Jimmy Page); el Spencer Davis Group donde militaba un muy joven Stevie Winwood; los Animals, con Eric Burdon; Them, con Van Morrison y, por supuesto, los Bluesbreakers de esa otra figura señera del género: John Mayall, quien había desembarcado en Londres desde su Macclesfield natal por consejo del propio Korner. Aunque en las crónicas de los Bluesbreakers es habitual que sobresalgan los guitarristas -Clapton, Peter Green, Mick Taylor-, la banda de Mayall fue hogar de instrumentistas excelentes en todos los instrumentos.


                                     
                      Los Yardbirds actuando para la TV. Eric Clapton es el cuarto de izq. a der.

                                  The Animals. Eric Burdon, cantante, en el centro de la foto.

                        Primera formación de los Bluesbreakers: de izq. a der.:
                       John McVie (bajo), John Mayall (voz, teclados, guitarra, armónica)
                      Roger Dean (guitarra, no es el mismo de las tapas de Yes...) y Hughie
                        Flint (batería).

                               Spencer Davis Group, circa 1966. Stevie Winwood al volante.

            Mayall y Korner fueron decisivos, también, en inspirar a la llamada Segunda Ola de blues británico, que vio surgir bandas como Cream (Clapton, Bruce, Baker), Fleetwood Mac (con tres exBluesbreakers: Green, John McVie y Mick Fleetwood), Ten Years After, Savoy Brown, Chicken Shack y el primer Jethro Tull, entre otras.
La influencia de Alexis fue importante en la formación de Free, que tuvo en sus filas al cantante Paul Rodgers y al guitarrista Paul Kossoff, y también le dio impulso y aliento a un joven cantante llamado Robert Plant, quien en 1968 grabó un gran blues llamado “Operator” acompañado por Korner, días antes de sumarse a Jimmy Page en la gran aventura de Led Zeppelin.
Sin discontinuar su carrera musical, Korner volvió a trabajar en la BBC, ahora como locutor y presentador musical. Su voz cálida y expresiva puede escucharse, por ejemplo, en el álbum doble que recopila las actuaciones de Jimi Hendrix para la cadena radial inglesa.
La  escena británica mutó radicalmente en los ’70, con la llegada del rock sinfónico. Paradójicamente, en este cambiante clima musical, Alexis Korner iba a tener su mayor éxito comercial con CCS, una big band que incluyó al guitarrista sueco Peter Thorup y que tuvo un inesperado hit con un cover instrumental del clásico de Led Zeppelin “Whole lotta love”, que fue adoptado como tema musical del programa “Top of the Pops” de la BBC durante diez años.

                        Alexis Korner y Robert Plant grabaron juntos el gran blues "Operator"
                                en 1968.

                        La banda CCS. Alexis Korner en primera fila, con la mano en la cara.

             Snape: Boz Burrell en bajo y voz; Mel Collins en saxos; Peter Thorup en 
                 guitarra; Alexis Korner en voz y guitarra e Ian Wallace en batería.

En 1973 Alexis formó Snape, junto a Thorup y varios ex miembros de King Crimson, Mel Collins en saxos, Boz Burrell en bajo y voz e Ian Wallace en batería. El álbum Accidentally Born in New Orleans es un valioso testimonio del talento de Korner en un nuevo contexto musical.
Korner siguió llevando su blues en los más variados escenarios. A lo largo de los ’70 tocó y grabó mucho en Alemania, donde siempre fue un ídolo, y también en otros países del continente europeo. En Inglaterra, aunque no volvió a tener la influencia de los primeros años ’60, su figura siempre fue objeto de respeto y reverencia. Alexis siguió trabajando en los medios y estaba a punto de realizar una serie de programas televisivos contando la historia del blues, cuando un cáncer de pulmón se llevó su vida, el primer día de 1984.
Se iba el hombre, pero no el artista: Alexis Korner, un cruzado del blues, un músico generoso, ya era leyenda.
                                                                                        Alfredo Rosso
                       


           
           
           
           
           




           





1 comentario:

Unknown dijo...

muy buen articulo. un pionero.