Fue un sonido nuevo, vital, irresistible. Salió del corazón industrial de Estados Unidos y se esparció por todo el mundo. Fue todo un símbolo del progreso y de las aspiraciones de la clase media negra en los años ’60. Motown, el gran sello discográfico de Detroit, cumple 50 años. Esta es su historia.
Los pioneros suelen tener un gran sueño. Sam Phillips buscaba un muchacho blanco que cantase como un negro y encontró a Elvis Presley. Berry Gordy Jr. quería un sonido que llegase al corazón del público negro y blanco por igual, y el resultado fue el soul de Motown.
Como otras muchas familias negras estadounidenses, la de Berry Gordy había emigrado a Detroit desde el Sur segregacionista con la esperanza de un trabajo sólido y un mejor nivel de vida. Por entonces Detroit era conocida como “The Motor Town”, porque allí se ensamblaban los cientos de miles de automóviles que –en la inédita prosperidad que siguió a la posguerra- habían puesto al Sueño Americano literalmente sobre ruedas.
El joven Berry Gordy tuvo un buen número de empleos menores antes de meterse en la industria musical como autor. En los años ’50 escribía canciones para diversos artistas, grababa demos y se las ofrecía a discográficas de Nueva York por un porcentaje ínfimo de regalías. Sus temas rara vez recibían promoción y el pago era escaso pero Berry perseveró, hasta que en 1957 su tema “Reet Petite” se convirtió en un gran hit para Jackie Wilson; el primero de una serie que –en apenas dos años- lo convirtió en un próspero y respetado compositor.
Smokey Robinson & the Miracles
En 1959, Berry compuso y produjo un tema para un cantante local llamado Marv Johnson, “Come to me”, en el sello United Artists. La canción era sencilla: letras simples y un ritmo sostenido. Pero Gordy decidió agregarle un coro femenino con rastros de gospel, un bajo poderoso, una pandereta para reforzar la percusión, un persistente sonido de saxo barítono y hasta un solo de flauta. Nacía una nueva música: tenía el ritmo sostenido del rhythm and blues negro y la atractiva melodía del pop blanco. Pero -por sobre todo- tenía alma; tenía soul.
"Little" Stevie Wonder
Gordy pronto comprendió que la única forma de concretar su sueño sería producir y comercializar sus canciones por su propia cuenta. Y así nació Tamla, que luego se transformó en Motown, apocopando el sobrenombre de la ciudad que lo vio nacer. Toda compañía necesita dinero para afirmarse y Gordy transformó esa obsesión en un gran hit para Barrett Strong. “Money (That’s what I want)” decía: “Las mejores cosas en la vida son gratis / pero eso decíselo a los pájaros y a las abejas / a mí dame dinero, porque eso es lo que quiero…”
Berry Gordy Jr., creador de Motown
En la primera mitad de los años ’60 el crecimiento de Motown fue imparable. A través de grupos femeninos como The Marvelettes, The Supremes -con Diana Ross- y Martha and the Vandellas; masculinos, como The Temptations, The Four Tops, Smokey Robinson & the Miracles y The Isley Brothers; mixtos, como Gladys Knight and the Pips; y de solistas como Mary Wells, Thelma Houston, Jimmy Ruffin y Edwin Starr, el sello de Berry Gordy cosechó una impresionante cadena de hits en forma de singles, muchos de los cuales llegaron al lugar más alto del ránking estadounidense.
The Temptations
Entre los artistas de mayor éxito del sello hubo un puñado de genios precoces, como el cantante, compositor, tecladista y arreglador Stevie Wonder, responsable de una auténtica revolución en el campo del soul y del pop. Otro hijo dilecto de Motown fue Marvin Gaye, quien además de ser un gran cantante y compositor, también tocó la batería en varias tempranas sesiones de Motown. En la compañía de Detroit también debutó un niño llamado Michael Jackson, en un grupo que integró junto a cuatro de sus hermanos y que, apropiadamente, se llamó The Jackson 5.
Más allá de sus características peculiares, todos los artistas de Motown contaban con exquisitos arreglos vocales, atractivas coreografías escénicas y una impecable presencia en lo que concernía a la imagen pública de sus músicos.
Martha and the Vandellas
Otro elemento clave de su éxito fue la decisión de Gordy de contar con un núcleo estable de experimentados músicos de sesión, quienes le imprimieron a las grabaciones de Motown un sonido poderoso y maleable a la vez: sabían resaltar el beat bailable en los temas rápidos hasta volverlo irresistible y también enfatizar al máximo el tono dramático de una balada. En ambos casos, el sonido Motown se imponía con la misma autoridad desde el mejor de los estéreos o saliendo de una estación de AM por la radio del automóvil.
The Supremes
Además, Gordy sabía por propia experiencia que la única manera de garantizarle a Motown una continua serie de hits era contar con un puñado de compositores y productores confiables, así que contrató a Smokey Robinson como compositor y también como intérprete -con su grupo The Miracles- y pronto se sumó también Lamont Dozier, quien formaría una memorable sociedad autoral con Brian y Eddie Holland. Más tarde se acoplaría al pool creativo otro destacado dúo autoral, el de Norman Whitfield y Barrett Strong.
Aunque las canciones de Motown parecieran sencillas en la superficie, una audición atenta revelaba detalles de impensada sofisticación. En las letras predominaban los argumentos románticos, pero sus autores le añadían un tono reflexivo o algún tinte levemente picaresco que les daba un toque extra de realismo. Por sobre todo, una canción de Motown inyectaba optimismo y bienestar en el oyente, dos factores que siempre han sido grandes motivadores a la hora de comprar un disco.
The Jackson 5
Hacia mediados de los ‘70, con el incremento en popularidad del rock progresivo y una sociedad más endurecida en lo social y político, los hits se volvieron más esporádicos, aunque artistas como Lionel Richie o el propio Stevie Wonder siguieron manteniendo encendida la llama de Motown hasta bien entrados los ’80. Por otra parte, la influencia de Motown en la música popular de las décadas siguientes fue enorme. Tanto el funk de Parliament y Funkadelic como los experimentos radicales de Prince, pasando por la explosión de la música Disco y el boom del soul blanco en nuestro siglo, serían difíciles de imaginar sin el antecedente del sello de Detroit.
Marvin Gaye
Motown, además de un sonido, fue todo un símbolo. Un emblema del cambio de status social del negro estadounidense, que en aquellos años transformadores de la década del ’60 luchaba arduamente por el reconocimiento de sus derechos civiles, por condiciones de trabajo dignas y por hacer que esa frase acerca del derecho a la búsqueda de la felicidad -que le garantizaba la Constitución de su país- no se transformara en letra muerta. Hoy día, con la asunción de Barack Obama a la presidencia de los Estados Unidos puede decirse que al menos una gran parte de aquel sueño que parecía una utopía hace cincuenta años, cuando Motown dio sus primeros pasos, se ha transformado en realidad.
Alfredo Rosso
20 clásicos Motown
- I heard it through the grapevine – Marvin Gaye – 1968 - # 1
- Dancing in the street – Martha & the Vandellas – 1964 - #2
- Superstition – Stevie Wonder – 1973 - # 1
- You can’t hurry love – The Supremes – 1966 - # 1
- My girl – The Temptations – 1964 - # 1
- The tears of a clown – Smokey Robinson & the Miracles – 1970 - # 1
- Please Mr. Postman – The Marvelettes – 1961 - # 1
- Reach out I’ll be there – The Four Tops – 1966 - # 1
- Shotgun – Jr. Walker & the All Stars – 1965 - # 4
- My guy – Mary Wells – 1964 - # 1
- What becomes of the brokenhearted – Jimmy Ruffin – 1966 - # 7
- You are the sunshine of my life – Stevie Wonder – 1973 - # 1
- Baby love – The Supremes – 1964 - # 1
- War – Edwin Starr – 1970 - # 1
- (Love is like a) Heat wave – Martha & the Vandellas – 1963 - # 4
- I want you back – The Jackson 5 – 1969 - # 1
- Stop! in the name of love – The Supremes – 1965 - # 1
- Just my imagination (running away with me) – The Temptations – 1971 - # 1
- Let’s get it on – Marvin Gaye – 1973 - # 1
- You’ve really got a hold on me – Smokey Robinson & the Miracles – 1962 - # 8
La Conexión Británica
Al pensar en covers de temas de Motown, enseguida nos viene a la mente la monumental versión de “I heard it through the grapevine”, el hit supremo de Marvin Gaye, que Creedence Clearwater Revival grabó en su álbum Cosmo’s Factory, o la versión de “How sweet it is (to be loved by you)”, del mismo artista, que inmortalizó James Taylor. Sin embargo, el sonido Motown también tuvo admiradores devotos del otro lado del Atlántico, particularmente en Inglaterra. Los Beatles lo demostraron grabando sus propias, excelentes versiones de “Money”, “Please Mr. Postman” –el hit de las Marvelettes- y “You’ve really got a hold on me”, de Smokey Robinson & The Miracles, en su segundo álbum, With the Beatles, que salió en diciembre de 1963. Poco después estalló la Beatlemanía en todo el mundo, lo cual contribuyó a que esos temas de Motown se volviesen más populares todavía a través de los Fab Four.
Los Rolling Stones no se quedaron atrás. En un EP de enero de 1964 registraron su propia versión de “Money” seguida, tres meses más tarde, por el cover de “Can I get a witness” (de Holland-Dozier-Holland, con versión original de Marvin Gaye) que incluyeron en su álbum debut. Un año y medio después, en Out of our Heads, el elegido fue otro tema grabado y en este caso también escrito por Gaye: “Hitch Hike”. Por otra parte, la recopilación Flowers, de 1967, el track de los Temptations “My girl”, grupo que volvió a ser homenajeado por los Stones en It’s Only Rock and Roll, de 1974, con “Ain’t too proud to beg” y en Some Girls (1978) a través de “Just my imagination (running away with me)”. Por último, para el disco en vivo del ’82, Still Life, incluyeron “Going to a go-go”, de Smokey Robinson & the Miracles. Pero la conexión stoniana no concluye aquí, ya que años más tarde Mick Jagger -a dúo con David Bowie- cubriría “Dancing in the street”, el gran hit de Martha & the Vandellas.
Otras covers famosas de Motown por artistas británicos fueron el clásico de Martha & the Vandellas “(Love is like a) Heat wave”, por The Who y “I wish it would rain” (Temptations), “You can’t hurry love” (The Supremes) y “Ball of confusion”, las tres a cargo de Phil Collins. “Ball of confusion” fue también grabado en 1986 por Love & Rockets, banda integrada por ex miembros de los góticos Bauhaus.
1 comentario:
Alfredo, me comunico por aca xq ya ni se que vias estan disponibles ya que la casa casi no se escucha ya con las transmisiones de futbol.
En realidad solo queria expresar el profundo respeto y admiración que tengo con vos, recuerdo que comencé a escucharte hace más de 10 años cuando la casa era una seccion en Cual Es? y reseñabas bandas que a mis sub 15 no conocia, la que mas recuerdo era la de REM.
Crecí con una vena más metalera pero con una apertura a ritmos zepelianos, beatles, bluseros y hasta indie folks si Regina Spektor entra en esa categoria. Debo decir que agradezco mucho de eso a vos, más allá de que la música entra por los oídos siempre he admirado la forma en la que hablas de música que convierte cualquier cancion o disco que menciones en algo que siento que debo escuchar, y asi es como en la mayoria de los casos di con artistas que de otro modo no hubiera escuchado.
Si alguna vez pudiera escribir sobre música, quisiera hacerlo como vos, y poder interesar al más esceptico, aun sin ser este el fin.
Un abrazo grande Alfredo, mi más sincero respeto y cariño
Cristian
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